Nieve y hielo por sorpresa

Al Vasco Navarro, internacional y puntuable con máximo coeficiente, acudimos con el Seat 1430 Gpo.2 y Juan Mendizábal de copiloto, empujados por la inocencia del que no sabe muy bien dónde se mete. Porque si entrenando habíamos tomado notas en seco y de día, la realidad que nos encontramos fue bien distinta. El tiempo había empeorado y, desde las primeras pruebas de la noche, corríamos sobre suelos cubiertos de nieve dura y algunos tramos de hielo. Sin asistencias, sin ruedas siquiera de agua y nula experiencia en ese tipo de superficies, prácticamente con "lo puesto", nos enfrentamos a un largo desafío: terminar. Porque tan difícil era mantenerse en carretera en los tramos de velocidad como en los recorridos de enlace, todo era igual, un permanente equilibrio para seguir adelante y continuar indemnes.

Y al final lo conseguimos, en el puesto 16, satisfactorio para los medios de que disponíamos y los coches que quedaron por delante. Incluso nos llevamos un trofeo: el primer Seat clasificado de los grupos 1 y 2, junto con una lección muy positiva: antes de participar en una prueba, hay que estar bien preparado para afrontarla.

Volvimos unos años después

Con el 127 que nos prestó Seat Auto Moriz, el mismo con que participaríamos despues en el Firestone. Un rally duro, con tramos de tierra, piedras y baches, 'adornado' con lluvia de esa norteña que llueve y llueve y no deja de llover. Poco que añadir. Creo que íbamos bastante bien, pero... en la última prueba, en una bajada, freno tarde, bloqueo ruedas, patinamos de morro y nos estreallamos contra una valla. ¡En la última prueba! Resultado: adiós y para casa.

Uno de esos días que te apetece romper la licencia y dedicarte al campeonato regional de petanca.